Hergé dibujó locomotoras de un realismo sorprendente con unos entornos perfectos. A vapor, diesel o eléctricas, están inspiradas directamente en máquinas legendarias que trazan la historia y el desarrollo del ferrocarril en todo el mundo. Este libro ampliamente documentado se publica ahora coincidiendo con la apertura, el pasado 24 de septiembre, de la Train World en Bruselas (estación de Schaerbeek).
En la estación del Norte de Bruselas, camino a la Rusa soviética, Tintín recibe su bautismo ferroviario. La odisea del Congo lo llevará hasta Chicago y a la cordillera de los Andes pasando por China y Escocia… y en algún momento incluso le llevó a conocer nuevas y especiales amistades, como la de Tchang.
Cuando Hergé comenzó su carrera de dibujante hacía poco más de un siglo que el tren había revolucionado la vida cotidiana y se había convertido en parte del paisaje. Hergé dibujó locomotoras de un realismo sorprendente. Desde la titánica Pacific 231 en El país de los soviets a la Clase 5 de La isla negra o Las 7 bolas de cristal, pasando por la Clase 36 de La oreja rota o incluso la locomotora propulsada de El asunto Tornasol, todas destacan por su entornos perfectos. A vapor, diesel o eléctricas, están inspiradas directamente en máquinas legendarias que trazan la historia y el desarrollo del ferrocarril en todo el mundo.
El potencial gráfico del entorno ferroviario quedó perfectamente plasmado por el maestro de línea clara, además, con pasos a nivel, señalizaciones, postes telegráficos, puentes y túneles que no escapan a la sagacidad de su lápiz, en entornos imaginarios como el de Chicago o Moulinsart, o reales como Cornavin o Bruselas.
- Formato interior: 22x29,3cm
- 64 páginas con guardas
- Impresión a 4 colores sobre papel de 135g
- Cosido con hilo de lino
- Cubierta en cartoné
- Plastificado mate